¿Quién vive en una piña debajo del mar?

El primer día de los pasados Sanfermines coincidí en la villavesa que me llevaba al centro con dos cuadrillas de jóvenes cuyas edades no llegarían a la treintena. Lo animado de su conversación y el tono de sus voces delataba que salían de almorzar. Situada cada cuadrilla en un extremo del autobús -era una villavesa de dos cuerpos-, y aunque no se conocían, cada vez que un grupo iniciaba una canción, el otro la secundaba.

El momento culmen de esta confraternización musical improvisada llegó, al menos para mí, cuando el miembro de una de las cuadrillas gritó: “¿Quién vive en una piña debajo del mar?” y desde el otro extremo le respondieron al unísono: “¡Bob Esponja!”

Conozco a Bob Esponja desde hace muchos años. Esta serie de dibujos animados nació en 1999 y empezó a cobrar popularidad al año siguiente. Como padre de una niña entusiasta del canal televisivo Clan, considero lógico saber de este habitante de Fondo de Bikini, pero me sorprendió que personas jóvenes, y presumiblemente sin descendencia, conocieran la existencia del amigo de Patricio Estrella.

Ya en el fragor de la batalla sanferminera, es decir recorriendo bares de lo viejo, coincidí en un baño con otros jovencillos que también entonaban la canción de la serie y concluí -profundas reflexiones de espera en la puerta de un baño- que quizá Bob Esponja sea un fenómeno de popularidad tal que ha trascendido del público infantil.

Al volver del baño lo comenté con mis amigos. De los cuatro que estábamos, sólo uno -que no tiene hijos- desconocía al cocinero del Crustáceo Crujiente. Gracias a la atmósfera proclive a confidencias que confieren dos copas de pacharán después de comer, otro amigo nos confesó que le encanta ver en solitario capítulos de la serie cuando sus tres vástagos ya están acostados, fascinado, aseguró, por la expresividad de los ojos del vecino de Calamardo Tentáculos.

Cabe recordar que la revista TIME nombró en 2007 a la serie como uno de los mejores programas de televisión de la historia y distintos capítulos han sido candidatos a los Premios Emmy en seis ediciones de los últimos ocho años. No cabe duda de que el cocinero de las deliciosas “burger cangreburger” tiene algo especial.

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